Es cierto, no estás soñando, Valladolid, la capital del Pisuerga, tiene una playa única, un poco insólito para una ciudad que está a 250 kilómetros del mar. Esta playa, apodada «La Playa de Valladolid«, es algo de lo que sentirse orgulloso, y a mucha gente le encantaría disfrutar de su belleza.
Hace ya mucho tiempo durante el siglo XVIII, la zona de la playa se llamaba El Espolón Nuevo y se fabricó un segmento del muro de piedra para cercar el terraplén hacia el cauce del Pisuerga. Se utilizaba como vía de acceso a los antiguos molinos.
La Playa del Batán
En el 51 se inauguró una pequeña playa con el nombre de playa del Batán y tuvo un gran éxito en la ciudad, pero hubo un problema, ya que la playa se abarrotaba de bañistas en los meses de calor y pronto se convirtió en un problema, a si que el Ayuntamiento debido a la creciente marea de bañistas tuvo que ampliar la playa y mejoró su calidad y limpieza.
El Ayuntamiento dio permiso al concesionario para ofrecer bocadillos y tentempiés en la terraza del edificio, así como bebidas a los precios de los bares de tercera categoría. Esta terraza, que da a Las Moreras y al río que recientemente ha abierto su playa, se hizo muy popular debido a que el baño aumentaba el apetito y se podía comer y beber por poco dinero.
Durante el verano, en la playa del Batán, los vigilantes municipales estaban siempre al acecho para imponer multas a los bañistas y contentar al concejal. Además, nadie podía bañarse más allá de la línea de seguridad que se indicaba en los discos que avisaban de la profundidad.
Casi todos los años por no decir todos, el ayuntamiento disponía de un presupuesto para reparar los daños causados por las inundaciones del invierno y aumentar paulatinamente los servicios, ya que el rio Pisuerga tendía a desbordarse con la llegada de las lluvias, pero nunca se atrevió a abordar el problema del espacio limitado de la playa.
La Samoa y Deportiva
Si tienes ya unos años seguro que recordarás las dos piscinas más emblemáticas de Valladolid, la Samoa y la Deportiva, estas piscinas tuvieron su apogeo entre 1935 y 1998. El éxito fue rotundo y se convirtieron en las vacaciones de muchos vallisoletanos que no podían desplazarse a otros lugares, en Valladolid hace mucho calor en los meses de julio y agosto y era tradición ir a refrescarte y darte un chapuzón.
Uno de los problemas que tuvo la zona como hemos comentado anteriormente, fueron las numerables inundaciones y crecidas del rio Pisuerga, estas provocaron cantidad de problemas y daños en los recintos, también años más tarde se descubrió que el río Pisuerga estaba contaminado, a si que la gente decidió irse de vacaciones al mediterráneo en su lugar, y al final se decidió desmantelar en 1998.
La playa de Valladolid en la actualidad
Con el paso de los años, la Playa de las Moreras ha mejorado mucho y ahora es un popular destino veraniego para muchos residentes locales.
Esta playa también acoge algunos de los principales acontecimientos de la ciudad, como las orquestas de las Fiestas de Valladolid y la hoguera de la famosa noche de San Juan.
En resumen, hay abundantes actividades deportivas para que los más jóvenes disfruten con sus compañeros, pistas de fútbol y un campo de baloncesto para quienes prefieran no dedicarse al fútbol, también se han creado una serie de zonas de ejercicio biosaludable para personas mayores y personas con limitaciones físicas. Se trata de un enfoque beneficioso para la salud que también les brinda la oportunidad de hacer ejercicio sin coste alguno.
La leyenda del Pisuerga
Una de las maravillas que está al lado de la playa es la Leyenda del Pisuerga, un barco que se puede alquilar para vivir una experiencia extraordinaria. Tiene capacidad para 130 personas y puede alquilarse por algo más de 500 euros durante dos horas.
Puede incluir camareros, música y la posibilidad de disfrutar de un aperitivo mientras se navega por el Pisuerga y se profundiza en la historia de la ciudad. Además, puede aprovecharse para descansar de una semana ajetreada con los amigos.
Ubicación de la Playa de Valladolid